Riesgos de un mal uso de Internet
El desarrollo de las nuevas tecnologías
de información y comunicación ha cambiado la forma de relacionarse las
personas, sobre todo en los adolescentes y jóvenes, facilitando la
comunicación, el aprendizaje cooperativo, el desarrollo de nuevas habilidades y
formas de construcción del conocimiento, el acceso a la información y
entretenimiento.
Internet es un medio de comunicación
masivo al que cada vez más, se tiene acceso desde los hogares. Ello permite a
los menores hacer un uso regular de las herramientas y servicios disponibles:
búsqueda de información, descarga de juegos, vídeos, música o imágenes,
publicar cualquier tipo de contenido, comunicarse con cualquiera, realizar
compras, etc.
Según un estudio sobre conductas adictivas en Internet financiado
por la Comisión Europea y realizado en 7 países europeos (Grecia, Alemania,
Holanda, Islandia, Polonia, Rumanía
y España), el 21,3% de los adolescentes españoles presentan indicios de desarrollar una conducta adictiva a Internet debido al tiempo que pasan en la Red, frente al 12,7% de media europea.
Según los autores del estudio
la conducta adictiva a Internet es”un patrón de
comportamiento caracterizado por la pérdida
de control sobre el uso de Internet. Esta conducta conduce
potencialmente al aislamiento y al descuido de las relaciones sociales, de las
actividades académicas, de las actividades recreativas, de la salud y de la
higiene personal”.
El
excesivo o mal uso de Internet puede tener consecuencias para la salud física y
psicológica. Los daños físicos van unidos al sedentarismo. Los riesgos de tipo
psicológico hacen mención al aislamiento, falta de habilidades sociales, visión
distorsionada de la realidad, cambios en su conducta y adicción o fuerte
dependencia.
Algunos de los riesgos que se pueden
producir por un mal uso de Internet y que a veces los adolescentes y jóvenes
desconocen son el grooming (contactar con extraños a través de la red),
exposición a contenidos sexuales o ciberbulling (acoso online).
En el estudio se dice que un 13,9%
de la muestra presenta Conducta disfuncional en Internet (CDI). En el documento
se indica que esta conducta está formada por población que presenta Conducta
Adictiva a Internet (CAI) y población En riesgo de CAI.
Según los datos, España, Rumania y
Polonia presentan una mayor prevalencia de CDI, mientras que Alemania e
Islandia presentan la menor prevalencia.
También se destacan los juegos de azar
con apuestas online (5,9% del total de la muestra apuesta online), el uso de
redes sociales (92% total de la muestra son miembros de al menos una Red
Social) y los juegos de ordenador (61,8% de la muestra son jugadores) como
actividades que realizan los jóvenes y adolescentes e inducen al desarrollo de
una CDI. Otras actividades como la visión de vídeos/películas y hacer los
deberes/búsqueda de información no están asociadas a una CDI.
Se considera que los adolescentes que
usan las redes sociales durante más de 2 horas, juegan más de 2,6 horas al día
y realizan apuestas tienen más riesgo de manifestar una CDI.
Otro de los factores de riesgo para el
desarrollo de una CDI es el fortalecimiento. Algunos adolescentes carecen de
habilidades sociales y es de forma online donde encuentran un alto grado de
fortalecimiento al experimentar situaciones positivas como pueden ser: sentirse
aceptado o valorado, aumentar la destreza en los juegos, tener un sentimiento
de igualdad y ocupación de horas libres, etc.
Con el fin de evitar riesgos y reducir
daños por un mal uso de Internet es necesario fomentar la educación, tanto en
la familia como en el centro escolar e instituciones que formen a menores en el
uso de las tecnologías de información y comunicación, haciéndoles entender de
que no todo lo que hay en Internet es verdadero ni beneficioso.